lunes, 26 de octubre de 2015

Leamos a los niños porque leer enriquece la mente.



Durante el recreo del viernes pasado tuvimos la inmensa suerte de que Esmeralda nos leyera dos cuentos en voz alta. Ver a una persona adulta leer a niños tiene un cariz mágico que se hace patente desde que entramos en la sala. Todos los niños adoran que un adulto les lea. Juntos nos sumergimos en un mundo mágico y fantástico del que sólo somos partícipes los que estamos allí. Somos cómplices de la historia, empatizamos con los personajes, disfrutamos de un rato agradable con nuestros compañeros, nos trasladamos a lugares lejanos donde todo es posible....

Todo esto toma todavía más relevancia si la persona encargada de esta animación a la lectura es Esmeralda. Nos envolvió con cada historia, nos invitó a participar e hizo que todos nos fuéramos de allí con ganas de más. ¡Miles de gracias!

Los cuentos que nos leyó nos sirvieron para calentar motores para la próxima festividad de Halloween. ¡Terroríficamente divertidos!
  

  •  El primero: The little old lady who was not afraid of anything. Nos cuenta la historia de una señora mayor que no tiene miedo a nada... ¿A nada?... Cuando empieza a oir unos zapatos andando detrás ya no está tan segura...
  • El segundo: Winnie the Witch. Es la historia de una pobre bruja que tiene un problema con su gato negro... Y es que como toda su casa es negra, no puede verlo... ¿Cómo lo solucionó?
No os contamos el final porque, si queréis descubrirlo, ¡hay que leer el cuento!

¡Qué viva la lectura!



 

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