martes, 10 de noviembre de 2015

EL SEÑOR PUNTO

El señor punto estaba muy triste porque los niños no le hacían caso. Cuando leían, no se paraban a verlo. Terminaban de escribir oraciones y no lo ponían. Sus amigas las letras decidieron que, para que todos se dieran cuenta de lo importante que era el señor Punto, cada vez que ellas lo vieran, se pondrían de pie para saludarlo. Desde entonces los niños ya no se despistan, y el señor Punto es muy feliz.

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